“El Maestro Jardinero”.
Capitulo VI.
A veces las cosas simples de la vida pasan desapercibidas y no las vemos y lo mas raro aun es cuando “no las queremos ver”; ya sea por porfía, terquedad o por miedo, etc.
Una simple Oruga, posada sobre la yerba o pasto o simplemente una oruga comiendo estacionada en una hoja; pasa muchas veces desapercibida y no vemos su labor, su accionar o por diversos y diferentes motivos; no nos agrada simplemente y lo curioso; a veces; nos produce miedo el tocarla y saber como es su textura; influenciados; tal vez; por mil y un cuentos de creencias y suposiciones.
Pero cuan grato es; simplemente sentados en la observación; descubrir el aspecto secreto de su vida y de su andar en los pasto de nuestra tierra y en las ramas y hojas de nuestro existir.
Es una oruga simplemente, que talvez coma de donde no queremos que coma o que escrute rincones lejanos y sombríos y en su andar produzca escozores desconocidos. ¿Mecánica su labor? Talvez; pero después de su misterioso descanso entre capullos e hilos sedosos; en bella mariposa vemos su renacer.
Virtudes secretas; escondidas en los trasfondos de
Paz Inverencial
maeseanonimus